El propio Messi lo insinuó en la rueda de prensa que hizo en el Estadi. Vestido con el chándal con el que más tarde saltó al césped de La Masia junto con el recuperador Juanjo Brau y con el pelo mojado tras una reconfortante ducha que le sirvió para despejar la mente tras el pesado viaje transoceánico, el crack apareció ante los medios a las 16.52 horas. Sólo 11 minutos después, se levantó mostrando el pulgar de la mano izquierda ante una decena de fotógrafos y varias cámaras de televisión.
“Volver ante el Racing es lo que hablamos con Juanjo (Brau) y los doctores desde la distancia. Es lo previsto si las cosas están bien. Si puedo estar en la convocatoria estaré contento y más si puedo jugar”, manifestó un Messi relajado que no se ve como el salvador del equipo pese a que llega dispuesto a colaborar desde ya en un mes decisivo para la suerte de la temporada: “Tanto Samuel como yo tenemos muchas ganas de volver a jugar, estar dentro de una cancha y sumar para el grupo. Ojalá podamos ayudar”.
Las pruebas, perfectas
Messi, que pidió marcharse a Argentina para que la ansiedad de recuperarse al lado de sus compañeros no le perjudicara, confesó que prefería no seguir en directo los encuentros del Barça. “No he visto muchos partidos porque tenía ganas de estar y esperaba al final para saber el resultado. Luego sí veía los resúmenes”, explicó. Sobre la marcha del equipo, destacó el liderato en la Liga y restó trascendencia a la derrota en la Copa del Rey frente al Real Zaragoza. “Lo que pasó es algo que puede pasar pero los veo bien. Sólo hay que mirar la tabla para ver quién va primero”.
Veía los partidos en diferido
Messi, que pidió marcharse a Argentina para que la ansiedad de recuperarse al lado de sus compañeros no le perjudicara, confesó que prefería no seguir en directo los encuentros del Barça. “No he visto muchos partidos porque tenía ganas de estar y esperaba al final para saber el resultado. Luego sí veía los resúmenes”, explicó. Sobre la marcha del equipo, destacó el liderato en la Liga y restó trascendencia a la derrota en la Copa del Rey frente al Real Zaragoza. “Lo que pasó es algo que puede pasar pero los veo bien. Sólo hay que mirar la tabla para ver quién va primero”.
El internacional argentino no teme que la presión pueda afectarle en las jornadas posteriores a su regreso a los terrenos de juego. “Samuel tendrá menos presión porque su experiencia es mayor a la mía pero yo tampoco tengo miedo a ella ni a una posible recaída”, explicó Messi, que reconoció lo mal que lo pasó en la primera fase de su recuperación: “Lo peor fue en los primeros días cuando no podía andar pero ahora ya estoy muy bien. Me sirvió la experiencia de la otra lesión (rotura fibrilar en marzo del año pasado) aunque era diferente a la de ahora aunque no pensaba en ello cuando trabajaba en Rosario”
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