Maximiliano Biancucchi: “Leo Messi nació para ser una estrella
Maximiliano Biancucchi no es sólo el primo de Messi. Es su amigo, su compañero, prácticamente un hermano de creación.
Crecieron juntos en el barrio de Las Heras, en Rosario, teniendo la casa de su abuela materna Celia como epicentro futbolístico. Estudiaron en el Colegio Público General de las Heras y, como sus seis primos, iniciaron su trayectoria en el Grandoli, club del barrio. Por caminos distintos, los dos tienen el honor de formar parte de dos de los grandes del fútbol: Maxi, del Flamengo y Messi del Barça.
Cómo le llamo?
Maxi, que es como me conoce toda mi familia y mis amigos.
Pero muchos le conocen simplemente como ‘el primo de Messi’.
Es un orgullo tener a Lionel como primo porque la gente sólo lo conoce como futbolista pero yo sé cómo es la persona. Es un privilegio pero también una responsabilidad mayor. Tengo que trabajar para que me reconozcan por mis propios méritos. Nunca quise aprovecharme por ser su primo, ni me interesó que nos relacionaran.
Cuando Leo era un niño, le señalaba como su ídolo futbolístico.
El era más chico y se fijaba más en su hermano y en mí.
No le enseñó ningún truquillo?
No! De ninguna manera.
Pero algo usted tendría.
Cada uno optó por su propio juego y su forma de ver el fútbol, pero es cierto que tenemos similitudes como por ejemplo la posición en el campo. ¡Ojalá tenga cosas de él! Somos dos estilos diferentes. Leo ya nació con todas las características de una estrella. El nació siendo un crack.
Pero Leo también tuvo que hacer muchos sacrificios…
Sí, claro. Cuando digo que nació crack me refiero a lo futbolístico. El entorno de este deporte es muy complicado y todavía más a su edad. Con 13 años marchó a Barcelona. Dejó la vida de un niño para convertirse en un adulto. Su personalidad lo ayudó. Siempre fue muy maduro.
Crecieron juntos en el barrio de Las Heras, en Rosario, teniendo la casa de su abuela materna Celia como epicentro futbolístico. Estudiaron en el Colegio Público General de las Heras y, como sus seis primos, iniciaron su trayectoria en el Grandoli, club del barrio. Por caminos distintos, los dos tienen el honor de formar parte de dos de los grandes del fútbol: Maxi, del Flamengo y Messi del Barça.
Cómo le llamo?
Maxi, que es como me conoce toda mi familia y mis amigos.
Pero muchos le conocen simplemente como ‘el primo de Messi’.
Es un orgullo tener a Lionel como primo porque la gente sólo lo conoce como futbolista pero yo sé cómo es la persona. Es un privilegio pero también una responsabilidad mayor. Tengo que trabajar para que me reconozcan por mis propios méritos. Nunca quise aprovecharme por ser su primo, ni me interesó que nos relacionaran.
Cuando Leo era un niño, le señalaba como su ídolo futbolístico.
El era más chico y se fijaba más en su hermano y en mí.
No le enseñó ningún truquillo?
No! De ninguna manera.
Pero algo usted tendría.
Cada uno optó por su propio juego y su forma de ver el fútbol, pero es cierto que tenemos similitudes como por ejemplo la posición en el campo. ¡Ojalá tenga cosas de él! Somos dos estilos diferentes. Leo ya nació con todas las características de una estrella. El nació siendo un crack.
Pero Leo también tuvo que hacer muchos sacrificios…
Sí, claro. Cuando digo que nació crack me refiero a lo futbolístico. El entorno de este deporte es muy complicado y todavía más a su edad. Con 13 años marchó a Barcelona. Dejó la vida de un niño para convertirse en un adulto. Su personalidad lo ayudó. Siempre fue muy maduro.
La familia tiene algo a ver en esta madurez?
Hemos sido siempre una familia futbolera, que lo ha vivido con mucha pasión. De allí ha venido un compromiso muy serio con el fútbol. Todo el mundo ha estado siempre muy involucrado.
Qué recuerda de Lionel ‘pibito’?
Jugábamos todos los primos juntos y él era el más chico, siempre jugaba con los mayores y todos lo cuidábamos. Cuando estábamos los primos, el equipo siempre eran los grandes –su hermano Matías y yo– contra los pequeños, él y mi hermano Enmanuel… Muchas veces nos ganaban. Y aunque perdíamos salíamos cantando ‘dale, dale campeón’ y él se enojaba. Lo hacíamos enojar siempre.
También le intentaban ‘cazar’ tanto como ahora?
Leo siempre fue fuerte. El nunca busca la falta, la quiere evitar. Es más, si se cae intenta rápidamente levantarse, y ésta es una virtud que tiene. Sabe protegerse.
Era, como hoy, un chico discreto?
Leo es tímido cuando quiere y le conviene. Es una persona introvertida, es difícil de entrarle rápidamente, pero una vez que ya lo has conseguido es muy de bromear. Es normal, siempre ha sido así, humilde.
Era un regateador nato...
En Argentina se llama ‘potrero’ a eso de gambetear y gambetear. Eso no faltaba en la familia: tirar caños, tacos… Nos criamos en un barrio futbolero donde había una canchita donde íbamos con todos los muchachos. Todos los del barrio jugaban así, pero nuestra familia tenía algo especial. Todos jugábamos bien, llevamos el gen del fútbol.
Leo jugó siempre igual?
Tiene un estilo en que cualquier jugador se puede complementar con él. Los dos tenemos esa manera de ir hacia delante, de encarar el arco, y no somos los únicos de la familia en eso…
No me diga que viene otro crack!
En la familia hay varios primos que juegan con el estilo ese de ratita que él tiene. Su hermano mayor, Rodrigo, no llegó a Primera porque se lesionó, pero era muy bueno. Mi hermano pequeño, Emmanuel, es zurdo y está en las categorías inferiores de Newell’s y mi otro hermano, Bruno, el menor, juega en Renato Cessarini, una escuela de Indio Solari, un técnico muy famoso en Argentina y juega muy bien. A pesar de ser diestro, la prensa ya dice que va a ser un nuevo Messi.
Qué recuerda de cuando Leo se fue a Barcelona?
Fue en el mismo momento en que yo me fui a San Lorenzo. Todos estaban felices por mí. Pero lo de Lionel fue un impacto muy grande para todos, estábamos hablando del Barcelona, de un club muy grande y que se iba con toda la familia.
Su relación se enfrió?
No, ni mucho menos. Siempre fue la misma. Yo diría que ha mejorado muchísimo por el hecho que nos echamos en falta. Siempre compartimos momentos juntos: las navidades, los cumpleaños. Fue para todos muy difícil.
Cómo asume la familia el ‘boom’ de Messi?
Fue un cambio grande. Comenzamos a ser el centro de todo por Lionel. Comenzó una revolución. Ves como la gente quiere sacar ventaja de todo, y la familia lo tomó bastante tranquilo. Y no es fácil porque fue algo muy grande. Hoy miras a Leo y es el jugador principal de Argentina. No es un jugador más, si no alguien que están esperando para que haga algo. Es único.
También hay cierta aprensión por las ofertas que pueda recibir...
Existe un gran compromiso de Leo con el Barça. Con lo que he hablado con él y lo que él me comenta, veo muy difícil que se vaya nunca del Barça. Se siente como en casa. Además no va a ser por la ‘plata’ porque tuvo ofertas muy buenas y las rechazó todas.
Hasta dónde llegará Leo?
Lionel no tiene techo. No te va a dejar de sorprenderte nunca, siempre inventa algo que deja a todos con la boca abierta. En la Copa América lo estaba haciendo muy bien, pero estaba un poco ansioso porque el gol no venía. Contra México hizo una auténtica maravilla, que te hace decir ‘este tío no es normal’. Esa picada por encima del arquero... El que juega a fútbol sabe que lo que hizo no es nada fácil en aquellas milésimas de segundo. Todo un espectáculo. Yo aprendo mucho viéndole jugar.
Ronaldinho dice que se inspira viendo otros grandes jugadores, lo entrena y después lo pone en práctica. Y su primo cómo lo hace?
Yo creo que Lionel es más espontáneo. No lo entrena, le sale todo en la cancha, es allí donde lo inventa todo en milésimas de segundo.
Hemos sido siempre una familia futbolera, que lo ha vivido con mucha pasión. De allí ha venido un compromiso muy serio con el fútbol. Todo el mundo ha estado siempre muy involucrado.
Qué recuerda de Lionel ‘pibito’?
Jugábamos todos los primos juntos y él era el más chico, siempre jugaba con los mayores y todos lo cuidábamos. Cuando estábamos los primos, el equipo siempre eran los grandes –su hermano Matías y yo– contra los pequeños, él y mi hermano Enmanuel… Muchas veces nos ganaban. Y aunque perdíamos salíamos cantando ‘dale, dale campeón’ y él se enojaba. Lo hacíamos enojar siempre.
También le intentaban ‘cazar’ tanto como ahora?
Leo siempre fue fuerte. El nunca busca la falta, la quiere evitar. Es más, si se cae intenta rápidamente levantarse, y ésta es una virtud que tiene. Sabe protegerse.
Era, como hoy, un chico discreto?
Leo es tímido cuando quiere y le conviene. Es una persona introvertida, es difícil de entrarle rápidamente, pero una vez que ya lo has conseguido es muy de bromear. Es normal, siempre ha sido así, humilde.
Era un regateador nato...
En Argentina se llama ‘potrero’ a eso de gambetear y gambetear. Eso no faltaba en la familia: tirar caños, tacos… Nos criamos en un barrio futbolero donde había una canchita donde íbamos con todos los muchachos. Todos los del barrio jugaban así, pero nuestra familia tenía algo especial. Todos jugábamos bien, llevamos el gen del fútbol.
Leo jugó siempre igual?
Tiene un estilo en que cualquier jugador se puede complementar con él. Los dos tenemos esa manera de ir hacia delante, de encarar el arco, y no somos los únicos de la familia en eso…
No me diga que viene otro crack!
En la familia hay varios primos que juegan con el estilo ese de ratita que él tiene. Su hermano mayor, Rodrigo, no llegó a Primera porque se lesionó, pero era muy bueno. Mi hermano pequeño, Emmanuel, es zurdo y está en las categorías inferiores de Newell’s y mi otro hermano, Bruno, el menor, juega en Renato Cessarini, una escuela de Indio Solari, un técnico muy famoso en Argentina y juega muy bien. A pesar de ser diestro, la prensa ya dice que va a ser un nuevo Messi.
Qué recuerda de cuando Leo se fue a Barcelona?
Fue en el mismo momento en que yo me fui a San Lorenzo. Todos estaban felices por mí. Pero lo de Lionel fue un impacto muy grande para todos, estábamos hablando del Barcelona, de un club muy grande y que se iba con toda la familia.
Su relación se enfrió?
No, ni mucho menos. Siempre fue la misma. Yo diría que ha mejorado muchísimo por el hecho que nos echamos en falta. Siempre compartimos momentos juntos: las navidades, los cumpleaños. Fue para todos muy difícil.
Cómo asume la familia el ‘boom’ de Messi?
Fue un cambio grande. Comenzamos a ser el centro de todo por Lionel. Comenzó una revolución. Ves como la gente quiere sacar ventaja de todo, y la familia lo tomó bastante tranquilo. Y no es fácil porque fue algo muy grande. Hoy miras a Leo y es el jugador principal de Argentina. No es un jugador más, si no alguien que están esperando para que haga algo. Es único.
También hay cierta aprensión por las ofertas que pueda recibir...
Existe un gran compromiso de Leo con el Barça. Con lo que he hablado con él y lo que él me comenta, veo muy difícil que se vaya nunca del Barça. Se siente como en casa. Además no va a ser por la ‘plata’ porque tuvo ofertas muy buenas y las rechazó todas.
Hasta dónde llegará Leo?
Lionel no tiene techo. No te va a dejar de sorprenderte nunca, siempre inventa algo que deja a todos con la boca abierta. En la Copa América lo estaba haciendo muy bien, pero estaba un poco ansioso porque el gol no venía. Contra México hizo una auténtica maravilla, que te hace decir ‘este tío no es normal’. Esa picada por encima del arquero... El que juega a fútbol sabe que lo que hizo no es nada fácil en aquellas milésimas de segundo. Todo un espectáculo. Yo aprendo mucho viéndole jugar.
Ronaldinho dice que se inspira viendo otros grandes jugadores, lo entrena y después lo pone en práctica. Y su primo cómo lo hace?
Yo creo que Lionel es más espontáneo. No lo entrena, le sale todo en la cancha, es allí donde lo inventa todo en milésimas de segundo.
Messi quiere ver a su primo con la remera del Flamengo
Messi disputaba la Copa América cuando se concretó el fichaje de Maxi por el Flamengo. El astro blaugrana felicitó efusivamente a su primo y le ha prometido que visitará Río de Janeiro para apoyarle. A Messi le hace ilusión poder ver a Maxi en acción en Maracaná.
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