
El año nuevo le trajo un regalo a Lionel Messi. En realidad, es medio raro llamar regalo a algo que le han sacado a Leo. Pero, qué va, sutilezas semánticas al margen, para él es como si lo fuera: el Pulga arrancó el 2007 sin las malditas muletas que acompañaron la primera etapa de su recuperación tras la fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo.
"Hace un par de días que empecé a caminar, ya sin las muletas. Ahora es más fácil, ya pasé lo peor", le cuenta Messi a Olé en su casa de Arroyo Seco.
—Y las muletas, ¿las tiraste como habías dicho el otro día?
—Una está arriba del auto, la otra ya no sé. No quiero verlas nunca más...
—Hablando de ver, ¿viste algo de la definición del torneo local? ¿Qué te pareció lo de Estudiantes?
—Vi la final, fue una definición muy emocionante.
—¿Seguís el fútbol argentino habitualmente?
—La verdad que poco. Allá pasan los partidos pero es muy tarde para quedarme a verlos siempre.
—Y de lo que ves, ¿hay algún jugador que te haya llamado la atención?
—Llamar la atención de ahora, no, porque ya lo conozco... Creo que uno distinto es Palacio. Ha hecho grandes cosas en Boca...
—Y según dicen, el Barcelona tiene ganas de que en un futuro sea compañero tuyo...
—Sí, escuché eso. Siempre es lindo tener de compañero a un argentino. Me gustaría que se dé.Chau 2006... Como le contó Leo a Olé antes de Navidad, su 2006 fue un año de contrastes. De cosas lindas y de las otras, como las lesiones. "Las lesiones son siempre inoportunas, pero en mi caso más todavía. Una fue justo antes del Mundial, ésta ahora que venía jugando en el Barsa. Pero bueno, es parte de esto también".
—Más allá de las lesiones, fue el año de tu primer Mundial de mayores ¿Qué evaluación hiciste de Alemania?
—Fue positiva, a pesar de que la Selección no consiguió lo que esperaba, o para lo que estaba por su juego... Pero me quedo con el hecho de que pude jugar un Mundial. Después, se dijeron muchas cosas...
—Se habló de tu relación con el resto del plantel...
—Yo sé que lo que dijeron no es verdad, también lo saben mis compañeros y con eso me alcanza.
—¿Cómo era tu convivencia con ellos?
—Era un grupo muy bueno. Lo que pasa es que a lo mejor yo soy de estar solo, de no hablar mucho y por ahí eso se tomó mal... Pero no era porque tuviera algún problema con alguien.
—Te sorprendió que por esa imagen tuya en el banco ante Alemania se dijera que no te había dolido la derrota, que estabas en otra cosa...
—No le doy bola a eso. La foto de la que se habló es una del final del partido, cuando ya habíamos perdido. La verdad es que estaba enojado porque quería jugar, quería intentar ayudar. Pero no era que estaba enojado con Pekerman por no haberme puesto. Después llegaron a decir que yo estaba contento por la derrota de la Selección... Como después contó el Ratón, si yo fui uno de los que más lloró.
—Leo, estás vos en el Barsa, todos los chicos de afuera, anda bien el Kun Agüero, el Madrid acaba de comprar a Gago y a Higuaín... Si tenemos jugadores, ¿por qué le cuesta tanto a la Selección ganar algo?
—Yo creo que la Selección que se armó para este último Mundial estaba para ganar cosas. No se dio por boludeces quizá, por cosas que se te dan en contra... Contra Alemania estábamos para ganar y pasó lo del Pato. Leo Franco, que siempre se ataja todo, no tuvo la suerte de agarrar ni un penal. Ahora arrancó un proceso nuevo, con muchos amistosos, con la Copa América por delante, con muchos jóvenes...
—¿Pensás que la gente y los medios tienen que tomarse las cosas con más calma?
—Sí, me parece que sí. Recién empezamos y aunque duelen estas dos derrotas, se ha criticado demasiado y eso es algo que no ayuda. En este proceso nuevo no hubo tiempo para trabajar. En tres días no se puede hacer mucho...
—Siempre se dice eso, puntualmente, ¿en qué te perjudica tener pocos entrenamientos con tus compañeros?
—Primero, no es que son dos o tres con los que no te conocés, son 22 a los que ves con suerte una vez por mes. Creo que si a esta Selección le das un par de semanas de trabajo va a ser totalmente diferente.
—Y en la cancha, ¿cómo se nota esa falta de tiempo de laburo?
—A la hora de moverte vos y de entender los movimientos del otro... Cuando practicás con alguien todos los días lo conocés bien, sabés quién pica, quién va al pie, todo... Y también influye en cuanto a adaptarte al sistema de juego de la Selección, porque por ahí cada uno juega en su club con uno distinto.
—¿Qué onda con Basile?
—Mucho no he hablado con él... Lo que dijo en la última concentración me pareció bien, tuvo lindas palabras de aliento para el grupo. Además se vio que había buena onda, ningún problema, era una concentración linda... Por ahí había concentraciones que decías: "Me quiero ir a la mierda, que pase este partido". Pero ahora no, estás cómodo, te sentís bien...
Hola 2007... A Leo le salen algunas respuestas casi automáticas, otras, se le nota, le vienen bien de adentro. Cuando habla de la Selección, le brotan las ganas que tiene de romperla con la celeste y blanca, de explotar por fin con la nacional, de reeditar con la Mayor lo que para él fue la mejor versión suya que se vio hasta ahora: la del Sub 20 campeón Mundial 2005. "El Mundial juvenil, sin dudas, fue mi mejor momento: fue un torneo en el que me salieron muy bien las cosas", analiza.
—Entonces, donde más cómodo te sentís es jugando de punta, como en Holanda...
—No, yo me siento cómodo jugando atrás de los delanteros. En las Inferiores del Barcelona jugábamos con un delantero por el medio, dos bien abiertos y uno atrás y yo era ése de atrás del delantero. Tenía todo el panorama de la cancha y tres compañeros adelante, me sentía bien jugando así. Después se cambió en el Barsa... Pero si tengo que elegir, yo quiero jugar ahí.
—¿Es difícil manejar esa ansiedad de querer demostrar que en la Selección podés rendir como en el Barcelona?
—Cuando pueda volver, voy a tratar de estar más tranquilo que nunca. Siento que el Coco me da confianza, que me da libertad... Por eso voy a tratar de estar bien para poder rendirle.
—¿Te motiva la Copa América de Venezuela?
—Sí, mucho... Todo lo que sea con la Selección y más si es la posibilidad de jugar y ganar un campeonato me motiva. Tengo en mente poder volver a la Selección y poder jugar porque en los partidos contra Brasil y España no rendí como me hubiese gustado, no demostré lo que puedo.
—Te dan el alta a principios del mes que viene, ¿es una locura pensar en que estés para unos minutos en el amistoso del 7/2 con Francia?
—Es imposible. Vuelvo a practicar bien recién el 1° de febrero y además voy a estar con tres meses sin fútbol. Igual, aunque no pueda jugar, me gustaría ir a París aunque sea para trotar con los muchachos.
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