Apuesta sobre seguro. Frank Rijkaard no quiere sorpresas en los últimos partidos de Liga (con el de hoy sólo faltan once) y recurrirá, como hiciera ante el Real Madrid y el Recreativo de Huelva, al tridente ganador –Messi, Eto’o y Ronaldinho– para sumar un nuevo triunfo, en esta ocasión ante el Deportivo de La Coruña en el Camp Nou.
Y es que jugando de salida con el argentino, el camerunés y el brasileño, el técnico holandés no ha conocido nunca la derrota en Liga ni en Champions League.
El balance es esperanzador ahora que se acerca la hora de la verdad en el torneo doméstico, pues con este trío de estrellas mundiales el equipo catalán ha sumado 16 triunfos en 19 partidos. Los tres restantes acabaron en tablas (Chelsea, la pasada temporada, y Valencia y Real Madrid en la presente).
Otro dato revelador del potencial de este terceto es que en 16 de estos encuentros, alguno de ellos siempre ha visto puerta. Sólo en tres ocasiones se quedaron sin marcar: en el campo del Villarreal (aunque el Barça ganó 0-2), en el Camp Nou contra el Valencia (el duelo acabó con empate a uno) y en Anfield, donde el Barça se impuso 0-1, triunfo especialmente amargo dado que no le alcanzó para avanzar a los cuartos de final.
Además, en 8 de estos 16 encuentros que ganó el Barça con el tridente, dos componentes del mismo han cantado goles. Y en una ocasión, un Barça-Racing (4-1) del pasado ejercicio, los tres encontraron el camino del gol.
Así pues, la presencia de Messi, Eto’o y Ronaldinho, sobre el papel, asegura goles y triunfos a un Barça que ahora, más que nunca, no puede ceder terreno a sus enemigos. Si aspira al doblete (Liga y Copa) debe poner concentración máxima desde el primer al último minuto de los partidos que le restan.
La recuperación de Eto’o y Messi después de un largo período de tiempo alejados de los terrenos de juego por lesión se adivina milagrosa para un Barça que debe aprovechar un calendario asequible para ir a por la tercera Liga consecutiva, sin olvidar la Copa, torneo en el que deberá deshacerse del Getafe para llegar a la final del 23 de junio. El tridente, que duda cabe, tiene la clave del éxito. Es determinante.
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