Tuesday, May 29, 2007

Ha sido en una entrevista concedida para El Mundo Deportivo en la que Lionel Messi ha dado la cara por Ronaldinho

Messi: "Se la tienen que quitar"


Le gusta tanto el fútbol que aunque le duelan las piernas no se queja. Siempre ha sido así. El partido contra el Getafe sólo fue el penúltimo episodio. Para eso están los árbitros, para frenar las actitudes que exceden el ámbito meramente deportivo y pasan a ser violencia. Leo no se queja, no por él, pero desde su habitación en la concentración de la selección argentina en Basilea protesta por la expulsión a Ronaldinho, amargamente: “¡Se la tienen que quitar, la roja se la tienen que quitar! Se la quitaron a Beckham, ¿verdad? Ronnie se calentó, se equivocó. Pero yo estaba allí, vi cómo le daban hasta tres veces en la misma jugada, y el otro siguió jugando… Eso es lo que no puede ser. Algunas faltas que le hacen son con mala leche y de eso el árbitro se tiene que dar cuenta. Hay entradas que se hacen para calentar, para hacer daño, para eso está el árbitro, para vigilar esas cosas. ¿Es qué nadie ve que a Ronaldinho en cada partido le buscan los tobillos? A mí también me pasó que después de regresar de la lesión en el pie todos los golpes me iban al mismo lado... No sé, quiero pensar que fue casualidad, pero con Ronnie pasa igual...”


Está indignado. No entiende Messi que se pueda perder Ronnie el final del campeonato: “Debe jugar el final de la Liga, la roja se la tienen que quitar. Ronnie y yo jugamos de espaldas a portería y por eso recibimos más que los demás… Nos dan pero por nuestro estilo de juego es más difícil que vayamos al suelo, queremos seguir la jugada, es nuestra forma de ser, no nos quejamos pero recibimos muchísimo. Cuando entramos en el vestuario después del partido aún le duraba la rabia a Ronnie, no podíamos tranquilizarle. Sólo hablaba de la jugada, de la expulsión, no había forma de que se calmase. Es que no es justo que sea así... Hablamos con él, lo intentamos, pero estaba hundido. Creo que nunca lo vi así. Él quiere ayudar al Barça a ganar esta Liga, por eso estaba aún más afectado”.

Messi explica que no salió a jugar condicionado por la polémica suscitada por Schuster y la ida de la Copa (cuando consiguió el famoso golazo): “A mí esas cosas no me afectan. Sólo salí a jugar como siempre. No pensé en protegerme, sólo pensaba en aguantar la bola porque marcamos muy pronto y teníamos que ganar el partido…”.

El joven argentino está seguro que “estaremos disputando la Liga hasta el final. La gente vio la implicación del equipo, las ganas de jugar, el compromiso, vio que queremos este campeonato… ya sabes donde pinchará el Madrid, ya te lo dije, ¿verdad?”.

Antes de volar hacia Basilea intentó relajarse cerca de su casa, en Castelldefels, al lado del mismo mar por donde se junta tantas veces con Ronnie, del que prácticamente es vecino. La afinidad no llega sólo por esa cercanía física -están a cien metros-, también y más importante por su forma de entender el fútbol. La playa forma parte de sus vidas.

Leo vivió el día después con sus hermanos, Rodrigo y Matias, que dejará Rosario para instalarse con su familia en Barcelona. Juntos abrirán un restaurante. Tenían un local apalabrado en la calle Loreto pero al final no saben si saldrá. Lo que está claro es que Leo tendrá en ese asador su rincón, con recuerdos, fotos, trofeos. En ese rincón no tendrán cabida los que no juegan limpio, los que no entienden que el fútbol tiene unos límites, tampoco los que aún no han aprendido que a los cracks que se les tiene que proteger.

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