“Vuelvo a jugar el 10 de febrero”

Leo Messi encara la recta final del trabajo de recuperación de la lesión en el quinto metatarsiano del pie izquierdo y tiene una fecha grabada: el 10 de febrero. Esa jornada, el FC Barcelona se enfrenta al Racing de Santander y Leo quiere jugar aunque sea unos pocos minutos. “Vuelvo el 10 de febrero”. La frase la repite cada vez que un rosarino le pide un autógrafo, una fotografía, un beso y le pregunta: ¿Cuándo regresás, Leo? La respuestas la escuchamos catorce veces en una sola jornada, siempre con el mismo tono de seguridad en la voz del bueno de Messi.

El delantero azulgrana ha controlado siempre su ansiedad, no habla con el corazón, no está acelerando su regreso, sencillamente el intenso trabajo que está realizando en Rosario está siendo sensacional.

Sesiones con balón

Leo ya corre a dos ritmos, simula situaciones de partido, se acompaña del balón. Está trabajando a jornada completa junto al recuperador físico del FC Barcelona Juanjo Brau. La readaptación a la carrera está siendo perfecta, no siente dolor ni molestias. De la operación a la que fue sometido sólo queda el rastro de una cicatriz de unos cinco centímetros.

Su entrenador, Frank Rijkaard, estuvo hablando con él para conocer su estado de ánimo. Le transmitió tranquilidad, como siempre. Rijkaard sólo preguntó a los especialistas si podría contar con el jugador para el partido de octavos de final de la Champions League contra el Liverpool. Esa era la obsesión del mister. Si nada se complica, llegará perfectamente preparado a la esperada y trascendental eliminatoria ante el equipo de Rafa Benítez.

La semana próxima, Messi incrementará los ritmos en carrera y seguirá la progresión en los ejercicios específicos. Una semana después, la última antes de regresar a Barcelona, introducirá el balón como elemento principal y realizará trabajos más explosivos incluidos chuts a portería si todo va bien. Cuando vuelva (aterrizará en Barcelona el 2 de febrero) se incorporará a los entrenamientos con el grupo.

Seguimiento de Ricard Pruna

El doctor del primer equipo del FC Barcelona, Ricard Pruna, diseñó la recuperación del jugador argentino y sus plazos se están cumpliendo a la perfección. A pie de campo está Juanjo Brau, que declina con amabilidad valorar la progresión de Leo; él mantiene informado diariamente a Pruna y al doctor Ramon Canal, jefe de los servicios médicos del club azulgrana, que son las únicas personas autorizadas para hacer declaraciones públicas sobre el estado del delantero.

Leo ha superado los peores momentos de su lesión, cuando no podía caminar sin la ayuda de las muletas. “No veo la hora de estar allá en Barcelona con todos mis compañeros, lo paso mal viendo los partidos del equipo por televisión...”.

Se mantiene informado de la actualidad azulgrana gracias a internet y a los mensajes telefónicos que le envían sus compañeros. Recientemente, Carles Puyol envió este mensaje a Messi y Brau: “Volved pronto, os echamos de menos”. A Messi lo notan a faltar en el campo, al recuperador físico en la mesa de masajes.

Se mantiene informado de la actualidad azulgrana gracias a internet y a los mensajes telefónicos que le envían sus compañeros. Recientemente, Carles Puyol envió este mensaje a Messi y Brau: “Volved pronto, os echamos de menos”. A Messi lo notan a faltar en el campo, al recuperador físico en la mesa de masajes.

Con la familia y tranquilo

Messi está trabajando rodeado de las mejores condiciones para recuperarse rápidamente. Su padre, Jorge, encontró un 'country' (barrio privado) donde entrenar sin los agobios que sufrió el pasado verano. Aunque las jornadas de trabajo son duras, el jugador se encuentra arropado por su familia, con la que pasa las horas libres.

Leo está instalado en la casa familiar de Rosario aunque los fines de semana Juanjo Brau, su padre y él se trasladan hasta Arroyo Seco, un pueblo situado a treinta kilómetros, donde tienen otra casa de veraneo. Frank Rijkaard podrá contar pronto con su otro gran fichaje de invierno: Leo Messi ya pisa con fuerza.